Turismo Religioso
Reportaje
Reportaje
El Santuario de la Virgen de la Nube
La población acude con fervor al Santuario de la Virgen de la Nube |
En Azogues, capital de la provincia del Cañar, ubicada en el austro ecuatoriano, el Convento de la Virgen de la Nube es uno de los santuarios religiosos más importantes del Ecuador.Hacer un recorrido por este lugar lleno de historia protagonizada por laboriosos frailes franciscanos del siglo pasado, resulta ser una experiencia maravillosa y reconfortante.
Decidí escribir sobre la historia del
Santuario Franciscano, el cual se erige
sobre la Loma de El Calvario, elevación difícilmente accesible en el siglo
XVIII. Frailes novicios debían subir a la loma para llegar hasta el antiguo santuario,
para ello tenían que caminar sobre el
fangoso camino empinado, era toda una Odisea. El agotamiento mental
antes que el físico traicionaba a los hermanos menores.
Un día cualquiera
Hoy miércoles, es la segunda vez que vuelvo al santuario para entrevistar a fray, Víctor Hugo González San Martín, guardián del Convento Franciscano y Santuario de la Virgen de la Nube. El religioso, de mirada fija estatura mediana y contextura gruesa, tiene 62 años de edad pero aparenta tener solo 45 a 48 años. Recibiré información adicional para terminar de redactar el reportaje sobre la historia del Convento y Santuario de la Virgen de la Nube de Azogues. Además, una oportunidad para conocer en persona el cuadro de la Virgen de la Nube que data del año 1692 y se encuentra celosamente guardado en una habitación especial.
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Hoy miércoles, es la segunda vez que vuelvo al santuario para entrevistar a fray, Víctor Hugo González San Martín, guardián del Convento Franciscano y Santuario de la Virgen de la Nube. El religioso, de mirada fija estatura mediana y contextura gruesa, tiene 62 años de edad pero aparenta tener solo 45 a 48 años. Recibiré información adicional para terminar de redactar el reportaje sobre la historia del Convento y Santuario de la Virgen de la Nube de Azogues. Además, una oportunidad para conocer en persona el cuadro de la Virgen de la Nube que data del año 1692 y se encuentra celosamente guardado en una habitación especial.
Caminar la escalinata al Santuario equivale a subir 9 pisos |
guardado en una habitación especial.
Un camino tedioso como lo fue siglos atrás
Para llegar al santuario, saliendo del Parque Central se camina cerca de 8 cuadras. El convento tiene tres entradas: una calle por ambos lados, izquierda y derecha, y otra en la parte frontal que comunica la calle 4 de Noviembre con la escalinata que lleva hasta las puertas principales del convento.Decidí subir por la entrada frontal, cuya escalinata es tan larga como el camino al cielo, y para averiguar cuántos escalones tiene decidí contarlos uno por uno..
Escalar este lado, es agotador, sin embargo, mientras uno va subiendo, se puede ir apreciando el hermoso paisaje que se extiende a lo largo de todo el horizonte, que por el general se nuestra con un manto celeste por la mañanas, y atardeceres dibujados con nubes de mil formas resplandecientes de color ligeramente naranja y amarillo.
Fray Víctor Hugo González, ex guardián del Santuario señala el lugar de donde trajeron las piedras |
Desde los balcones del Santuario se puede observar toda Azogues |
Luego de algunos minutos de caminata, y con
la respiración algo agitada pude llegar al Convento. En esta travesía conté 196
escalones, equivalentes a 9,3 pisos de un edificio. Sin perder un minuto más,
entré a la sala de espera para descansar y esperar la llegada del padre Víctor
Hugo. Supe que él es el Guardián nº 34 del Santuario Franciscano, y este año
cumple su segundo periodo. El primero lo
inició el 2000 hasta el año 2003.
Recordé que en esta misma sala, dos días
atrás me presenté a la primera cita con
el padre Víctor Hugo con una hora de retraso.
Cuando el párroco y Guardián Víctor Hugo apareció aquel día ante mí vi su rostro con el ceño fruncido, le saludé
rápidamente y luego me disculpé por mi
tardanza anterior y hablamos sobre el
tema de la entrevista.
Mientras caminábamos hacia el patio del convento recordé que en la sala había una vitrina cubierta de libros de catecismo y temas religiosos, entre velas delgadas y gordas, las imágenes de San Francisco y de la Virgen de la Nube., rosarios y cruces de Cristo. Una mujer de 40 años tomaba los pedidos de compras de las señoras, “una vela, un rosario y un catecismo para la misa del domingo”.
El libro sobre al historia del Santuario Franciscano se vende aquí |
--Esta historia comienza hace ciento dos
años, y tiene dos cosas importantes que resaltar: Primero, que el padre Julio
María Matovelle que había sido diputado de Cuenca hizo la proeza de traer hasta
Azogues un cuadro donde había sido plasmado el milagro de la aparición de la Virgen en el cielo de Quito. Y segundo, que
aquellos días fueron muy importantes para la congregación franciscana que había
empezado a resurgir--me contestó
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Época en que el Santuario tenia estructura de barro |
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Feligreses mujeres descansan sobre los pies del Santuario |
Entonces, juntó las manos mientras elevó la mirada al techo y continuó --Haciendo una revisión de la historia franciscana en el libro “Un Siglo de Fe y Prodigios” se puede leer que esta crisis y decadencia de nuestros hermanos franciscanos había empezado en el año 1744 cuando los frailes franciscanos tuvieron que abandonar el Jardín del Austro, posteriormente, en 1779 sus similares de Azogues hicieron lo mismo. El motivo: Los franciscanos dejaron las doctrinas por tensiones entre los cleros secular y regular.
--Prosiguió diciendo--Pero como no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, en el año 1850 el padre franciscano José Manuel Plaza, VII Obispo de Cuenca fundó la Vicaría Foránea de Azogues.
Luego en el año 1896 el escultor cuencano Daniel Salvador Alvarado talló la imagen de la Virgen de la Nube, basado en el cuadro del pintor español Tomás Povedano, inspirado en la aparición de la Virgen en Quito.
La imagen tallada de la Virgen de la Nube había sido encargada por el padre Julio María Matovelle, quien más tarde se encargó de trasladar ambas obras hasta una capilla de Azogues. Hasta el 8 de diciembre del año 1912 cuando las dos obras fueron trasladas finalmente hasta el Santuario de la Virgen de la Nube.
Fray Víctor Hugo, sentado se mostró
sereno y tratando de ser preciso y sin redundar. Como todo franciscano, vestía
con sencillez y humildad, valores inculcados por la filosofía de San Francisco
de Asís que siempre brindó testimonio de pobreza y penitencia.
Todos los domingos los frailes realizan el scto de la confesión a fieles católicos |
Fray Víctor Hugo, sentado se mostró sereno y tratando de ser preciso y sin redundar. Como todo franciscano, vestía con sencillez y humildad, valores inculcados por la filosofía de San Francisco de Asís que siempre brindó testimonio de pobreza y penitencia.
Contó que la vida de los frailes en aquellos primeros días del Convento de la Virgen de la Nube, era muy tormentosos. Las fuertes lluvias creaban mucho lodo en las subidas a la loma, y se pegaban totalmente en las sandalias de los franciscanos novicios lo cual les impedía caminar. El esfuerzo de rescatar los pies secuestrados por el lodo les provocaba mucho cansancio. En realidad, los hermanos menores no se percataron que escalar las cumbres borrascosas de la loma El Calvario era el primer suplicio por el que tenían que pasar antes de las penitencias que habrían de afrontar en el antiguo convento franciscano de aquella época.
¿Qué puede pasar y ser peor a este padecimiento del tener que subir en medio de un mar de lodo? Pensaban, y se armaban de valor pensando que las penitencias que les esperaban en el convento iban a ser menores. Sin embargo, la desilusión se apoderó de los novicios cuando comprobaron que en el convento que más tarde sería el Santuario de la Virgen del Rocío era un internado donde se exigía al máximo la aplicación de las penitencias. Fue así como muchos de ellos renunciaron al voto que habían elegido. Estos sucesos dieron como origen una fama no revelada a voces en toda la comunidad franciscana que hizo que el convento que llegara a denominarse como “El Penal deI Iguígoras".
En los días de fiestas del Santuario los fieles acuden en masa |
Parte baja del Oleo de la Virgen de la Nube, feligreses de Quito ven a la virgen en el cielo |
-La devoción nace en Quito, por el año 1696, el señor obispo se enferma y la virgen sale a una procesión y entonces, la gente rezaba y luego ven sorprendidos que en el cielo apareció una nube muy hermosa, con la imagen de la virgen. Allí es cuando ocurre este milagro y la reproducen en un cuadro. Aquí es cuando se ve la mano de Dios. Luego este cuadro es llevado a una capillita de Azogues. Inspirados por este milagro, los franciscanos comienzan a llegar a esta ciudad.
Los 1 de enero y 31 de mayo son días de la Virgen de la Nube |
¿Llevan algún registro sobre los milagros de la Virgen?
-Sí, hay un librito que se llama "Un Siglo de Fe y Prodigios". Allí se pudo registrar los milagros de quienes fueron afectados por accidentes de tránsito, inundaciones o de las parejas de esposos que no podían tener hijos. Están también las experiencias de personas que viajan al extranjero. En casi todas las columnas y pilares del convento que rodean el patio principal están pegadas las placas de agradecimientos de quienes recibieron milagros.
Un paseo por las catacumbas y radio “Santa María”
Antigua estructura del Santuario |
Al final de la misa feligreses retornan a sus quehaceres diarios |
Azogues es un pueblo muy religioso |
Al escuchar pasos que bajaban por la escalera del segundo piso abrí los ojos y por fin sentí mi cuerpo que estaba totalmente relajado. Me paré lentamente mientras fray Víctor Hugo apareció ante mi. Me llevó hasta la habitación donde se encuentra el cuadro de la Virgen de la Nube. El abrió la puerta, y vimos que todo estaba oscuro y por un instante me imaginé que respiraríamos aquel olor a guardado que percibimos cuanto guardamos cosas en un lugar que solo abrimos de año en año.
"Aquí apareció la Viregen" señala fray Víctor Hugo Gonza´lez |
Cuadro original que es resguardado en uno de las habitaciones del Santuraio |
Mientras caminaba recordé que el pasado domingo, fue el primer día que había visitado el convento, aquel día muy temprano el padre Víctor Hugo no pudo concederme la entrevista porque largas filas de fieles, entre hombres y mujeres esperaban la confesión y bendición del hermano franciscano,
A mi paso encontré a las hermanas clarisas que movían cocina, ollas, alimentos para cocinar y vender los feligreses de la misa. Con la venta de la comida ellas reúnen fondos para ayudar a mucha gente pobre.
Ellas preparan colada, tamales, quimbolitos, seco de pollo. Afuera, ya salían los feligreses de la misa, algunos se retiraban a sus casa, y tomaron la ruta de la extensa escalinata de 196 escalones, entre ellas, personas permanecían sentadas.Personas muy pobres, esperando una caridad, una limosna, o por ultimo un milagro de la Virgen de la Nube, en este domingo, similar a aquel que llegué por primera vez.
Existe mucha Historia que la gente no conoce, y es muy bueno estos espacios que nos informan cosas que no sabíamos.
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